CENTRAMIENTO
Herramientas para trabajar con las sensaciones del cuerpo.
En el mundo actual que vivimos hay tantos estímulos externos que a veces es difícil saber qué es lo que queremos, qué es lo que nos viene bien a nosotros, cuál es nuestra verdad.
El condicionamiento cultural también nos ha hecho dar prioridad a la mente como el lugar desde el que tomar decisiones y movernos en el mundo.
Eso nos ha llevado a creernos lo que pensamos sin cuestionarlo, y esos pensamientos están condicionados por sistemas de creencia culturales, familiares, sociales etc. que no tienen por qué representar nuestra verdad auténtica y que muchas veces, no honran nuestras necesidades específicas para poder expandir nuestro potencial, expresar y vivenciar todo eso que somos.
Hay que cuestionar y revisar lo que la mente nos cuenta.
A veces cuestionarlos desde la cabeza no es fiable porque es la misma cabeza la que nos tiene prisioneros (cómo sabe el pez que está dentro del agua?)
Por eso, el contacto y la escucha del cuerpo puede ser una herramienta fundamental con la que poder revisar y contrastar qué es lo que siento, qué es lo que quiero, qué necesito.
Y es verdad, que para muchos de nosotros, por traumas pasados, abusos, etc. el cuerpo no es experienciado como un lugar seguro al que poder volver, sino que regresar puede suponer una re-traumatización o simplemente no tenemos acceso desde este nivel de consciencia.
CENTERING:
Todos tenemos un centro de gravedad o punto de equilibrio que está en mitad del estómago.
A veces este punto puede estar más arriba o hacia un lado.
La energía puede estar tán dispersa que es difícil sentirlo.
Podemos aprender a sentir la parte de nuestro cuerpo donde ese centro habita.
Es como un ancla físico para nuestro alma.
Cuando conectamos con este centro podemos sentir calma, ansiedad, depende de cómo nos veamos a nosotros mismos, podemos conectar con sentimientos de pena, enfado, deseo etc.
O un sentimiento de ser uno mismo.
Cuando nos movemos desde nuestro centro tenemos más poder sin tener que poner más esfuerzo, es un movimiento más integrado desde la totalidad.
Cuando estoy en relación con los otros, conectar y sentir nuestro centro nos ayuda a distinguir las sensaciones que vienen de mí o de la persona con la que estoy en contacto. Nos ayuda a estar presentes, a estar en contacto con el flujo que soy yo cuando en relación con el otro.
Una manera de conectarnos con ese centro es preguntarle directamente: Cómo estoy? Cómo me siento con lo que está pasando, me gusta o no?
Las respuestas que vienen de nuestro centro pueden ser una sorpresa: inspiradoras, difíciles, provocadoras, pero seguro que van a ser la verdad.
Las sensaciones del cuerpo no mienten. Lo que siente tu cuerpo aquí y ahora no es algo a discutir, es lo que es.
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